El transporte adaptado es un conjunto de vehículos que cuentan con características especiales que los hacen accesibles para personas con movilidad reducida. Cubren de este modo el déficit con el que cuenta el transporte público, que en muchas ocasiones no está preparado para el uso por parte de este colectivo de personas.
Se puede tratar de microautobuses, autobuses o furgonetas accesibles. Es de vital importancia contar con transporte adaptado en una flota de vehículos para garantizar la accesibilidad de cualquier ciudadano al transporte.
¿Qué incluye un autobús adaptado?
En la parte exterior, es muy importante que cuente con señalización que indique que se trata de un vehículo adaptado. Debe tener también un pulsador para solicitar la plataforma elevadora, que facilite el acceso al interior del vehículo mediante una cómoda rampa desplegable.
Una vez dentro, el autobús debe contar con un sistema de barras y asideros antideslizantes. De este mismo material debe ser el suelo del vehículo, para evitar que una eventual silla de ruedas o una persona con muletas pueda deslizarse o sufrir un resbalón.
También disponen del borde de los escalones (tanto los de acceso al autobús como interiores) señalizado, al igual que una buena iluminación en la zona de acceso. Las indicaciones más importantes también deben estar en lenguaje braille y debe contar con elementos de sujeción para perros guía al lado de las plazas destinadas a viajeros con movilidad reducida.
¿Por qué es tan importante tener autobuses adaptados?
Tener este tipo de autobuses adaptados para minusvalidos es muy importante para contar con un conjunto de vehículos que favorezcan la inclusión.
Cualquier ciudadano tiene el derecho de poder desplazarse y de no ver limitadas sus opciones por una condición física. Por este motivo, deben existir medios de transporte que estén acondicionados de manera que puedan ser utilizados en condiciones especiales.
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